Wednesday, January 25, 2017

De mesa de trucos a diálogo intercultural en "La española inglesa" de Cervantes






Escribir sobre las Novelas Ejemplares de Cervantes, con los ríos de tinta que se han escrito sobre ellas, no deja de ser un desafío y hasta una temeridad, pero como prometí contribuir al Club de Lectura virtual  de La Acequia que iniciamos en el 2008 con la Primera Lectura Virtual del Quijote para la web 2.0  heme aquí ante esta mesa de trucos,  en la que Cervantes juega con el lector;  que no tartamudea si dice verdades, pero  nada es lo que parece, mientras busca entretener sin hacer mal a nadie y de paso, que el lector saque provecho  de lo leído, que a buen entendedor pocas palabras bastan o... como él dice en el prólogo a sus Novelas:  (...) será forzoso valerme por mi pico, que, aunque tartamudo, no lo será para decir verdades, que, dichas por señas, suelen ser entendidas. Y por sino nos quedó claro, remata   con este final: Sólo esto quiero que consideres: que, pues yo he tenido osadía de dirigir estas novelas al gran Conde de Lemos, algún misterio tienen escondido que las levanta.

En la española Inglesa estamos frente a una novela -dicen los expertos- del tipo fantástico, una novela  del género bizantino que narra sucesos "de lo más inverosímil que imaginarse pueda"  (Sg. Schevill y Bonilla, en introducción  mi libro JM SA ed. Madrid, Esp. 2000). Pero  develemos  los misterios escondidos -verdades (además de la obvia pericia técnica)- según y como yo lo veo.

La propia historia de la bella e inteligente  niña  española  Isabela (estrella, rayo de sol, cometa, luna; de tan buen natural, honrada, que con facilidad aprendía....)   -raptada  por los ingleses  ( en la novela) en el saqueo a Cádiz  en 1596 (real)   y sus amores con Ricaredo, el gallardo e intrépido  joven inglés estilo-dios-Marte  de ensortijados cabellos dorados, armadura brillante y 1,80, con el que se crió  en casa de sus raptores   siendo ella  despojo-prisionera-esclava-sirvienta-hija- es como un manto que cubre otra y otra (dependiendo de cuantas lecturas se hagan)  hasta llegar al núcleo. En  esta novela, triunfa el amor espiritual sobre el físico (Ricaredo desposa a Isabela aún cuando estaba fea, producto del envenenamiento)  y defiende,  acorde con los tiempos, el Patriarcado (por cuanto defiende el valor del matrimonio sobre el de la soltería en un convento o en otra parte).

En la época histórica en la que Cervantes sitúa el relato, las relaciones entre España e Inglaterra eran conflictivas, no hacía mucho que la Armada invencible de Felipe II había atacado a Inglaterra  y un año antes,   el corsario inglés  Francis Drake había atacado Cadiz. La paz entre ambos imperios de firmó recién   en 1604, para ese entonces, ni la reina Isabel I de Inglaterra, ni el rey Felipe II de España estaban vivos.  Y ya que hablamos de fechas, sabemos que Cervantes vivió en Andalucía  entre 1587 y 1603... y mi abuelo materno  nació en 1890 :-)   Hay quienes (p ej  Amenzúa, Lapesa) datan  la escritura de esta novela entre 1604 y 1606, o un poco más tarde hacia 1611 (Pellicer), a mi me gustaría situarla lo más tarde posible porque: 

Llama la atención, como Cervantes muestra en su relato balance entre los caracteres de los españoles e ingleses, por ejemplo, la voluntad y sabiduría del Conde de Leste que se negó a que su capitán Clotaldo raptara a la niña (aunque igual lo desobedeciera).  O el cariño y esmerada educación que la niña Isabela recibe a pesar de su cautiverio  en casa de Clotaldo y Catalina  (ingleses, en secreto católicos). O la forma humana y positiva  en que Cervantes retrata a la reina Isabel etc. (aunque no falten los personajes perversos  e envidiosos como la Camarera real y su hijo el conde Arnesto), si bien es cierto y oportuno recordar que la Reina Isabel (histórica) implementó una política de tolerancia religiosa siempre  que sus súbditos se mantuvieran leales a la Corona y explotó los ideales de "su virginal pureza" para permanecer sola en el trono de Inglaterra, sin ningún marido que coartara su poder, algo que nada tiene que ver conque rechazara o no  la sexualidad. 
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Si consideramos que esta novela fue escrita posteriormente a la firma del Tratado de Paz y sabedores de la ascensión a trono de Inglaterra de Jacobo I, católico, podría ser acertado inferir que Cervantes modulara su anterior animosidad (ver poemas y canciones) para decantarse por una visión de mayor apertura hacia el entendimiento de ambos pueblos  incluso con la esperanza, quizás, de que Inglaterra volviera al catolicismo.

Ricaredo, inglés católico tapado, se muestra magnánimo con los españoles apresados a los hora de   abordar los bajeles turcos, cuyo botín lleva a la reina Isabel.  Es así que libera a los padres de Isabela apresados por los turcos.  Su recompensa será al final de todas las peripecias, el matrimonio con su amada, la que creyéndolo muerto estaba a un pie de entrar en el Convento.  El matrimonio vendría a significar, entonces,  la tan merecida recompensa  a ambos por el largo camino de esfuerzo, perseverancia y amor, porque  Amor, muy señores míos,  omnia vincit.

No  sólo el dialogo intercultural es fluido a lo largo de la novela, es notorio para mi   la oposición entre la nobleza hereditaria (saqueadora, envidiosa, decadente)  con la floreciente sociedad mercantil a la que Ricaredo pertenece  (que crea riqueza en virtud del comercio, del trabajo y que realiza  a tales efectos, transferencias de dinero  internacionales).  Estas florecientes relaciones comerciales además de generar diálogo intercultural generan riqueza, o quizás sea a la inversa; porque generan diálogo intercultural, generan riqueza y bienestar.   Quizás sea esta la lección/verdad escondida que "el manco de Lepanto" y ex-cautivo de Argel,  nos legara en este escrito:

En el diálogo intercultural se gana más que en la guerra. 


Contribución a la lectura colectiva virtual que hacemos bajo la conducción de Pedro Ojeda desde su blog: La Acequia   © Myriam Goldenberg


13 comments:

Ester said...

Has salido airosa del desafío, hay mucho escrito pero siempre se puede añadir una opinión mas y tu lo has hecho muy bien, hace mil años que lei la española inglesa, y recordarla me ha gustado. Un abrazuco

Genín said...

Eres muy valiente salir al ruedo sin miedo, que como bien dices, ya sobre el tema han escrito todos los expertos del mundo, pero cada par de ojos es único, así que me parece muy bien que digas lo que te parece oportuno desdee tu punto de vista... :)
Besos y salud

Cayetano said...

Es que don Miguel, aparte de ser un conocedor increíble de tipos humanos gracias a todo lo que viajó, solo o en compañía de su padre, incluso durante el cautiverio en Argel, era una buena persona, de gran corazón, muy respetuoso con los diferentes, especialmente con los menos favorecidos socialmente y con las mujeres, a las que trata siempre con gran respeto. Era un ser excepcional como escritor y como persona.
Un abrazo, Myriam.

Colotordoc said...

Hola Myriam:

Interesante visión de una novela particularmente compleja para mi. Sin embargo, tu opinión me ha hecho volver a pesar a leerla.

Besote guapa

Ambar said...

Hace muchos años que la leí y me debí quedar con la idea de que los personajes eran arquetipos de la época y que Cervantes ensalzaba el amor de los dos jóvenes. Tu visión es distinta y muy interesante.
Besos

Paco Cuesta said...

Estamos ante la magnificación de una clase social en la que todo era honestidad y honra (en teoría) y la minoración de los no favorecidos.
Besos

Pedro Luso de Carvalho said...

Myriam gostei muito de ler este seu trabalho, "De mesa de trucos a diálogo intercultural en "La española inglesa" de Cervantes. Nunca é demais ler sobre esse gênio da literatura, muito mais ainda quando o que lemos sobre ele tem esse nível de boa qualidade que tem o seu texto. Parabéns.
Abraços.
Pedro.

Pedro Ojeda Escudero said...

En esas estaba entonces Cervantes, como se verá también en el Quijote. Excelente tu perspectiva a la que se añade algo más: Cervantes propone un modelo de comportamiento a las clases nobles españolas. Para que tomen nota.
Me alegra mucho esta entrada, por otra parte.
Besos.

Chelo said...

Aunque no es la temática que más me agrada, tu reseña es buenísima, a pesar de todo lo que ya se pueda haber dicho sobre la obra.
Un beso Myriam

Maripaz said...

Muy interesante tu aportación, Myrian. No he tenido la oportunidad de leer la obra, pero has logrado captar mi interés.
Un beso

Bertha said...

Una estupenda entrada y me he regocijado porque dieron una serie sobre estos personajes; donde la envidia ,la ambición y sobre todo la traición son plato del día.Tienes razón que solo el amor todo lo puede.-Cervantes, era un buen conocedor de las debilidades humanas y también sufrió en sus carnes estos desplantes.

Te felicito y sabes bien que me encanta leeros.-Me voy a dar una vueltita por el rincón de Arañita.

Un fuerte abrazo Myr.

u

La seña Carmen said...

Interesante tu visión, aunque yo no veo mucha interculturalidad en la novela, ya que al final lo propio no se equilibra con lo extranjero, sino que prevalece sobre él. No podía ser de otra forma, en cualquier caso.

Abejita de la Vega said...

Sigo sin entender la anglofilia de Cervantes en esta novela. Pedro me dio una explicación, tú das otra pero yo pienso que nunca lo sabremos. Había paz y la terrible Tudor había muerto...pero estaba fresco el recuerdo de la Invencible. De todas maneras tu trabajo es muy bueno y nos ha sido útil. Un abrazo intercultural.